La candelaria, esa gran fecha que alarga la pausa emblemática a la dieta obligada de inicio de año. Cuando partimos la rosca, rogamos que no nos toque el niño Dios, por suerte, la tradición de pagar el vestuario del niño Dios, va al desuso, porque aparte de ser costoso es irrespetuoso. Acepto que yo le pondría un gran diseño de moda, imagínate al niño Dios al estilo de Alexander McQueen.
Lo cierto es, que el verdadero temor de sacarte el niño Dios en la Rosca de Reyes es pagar los tamales para toda la fami