Cuenta la leyenda que, en el siglo XII, en las pequeñas colonias de Francia, durante las epifanías de los tres Reyes Magos de Oriente, nació el roscón de reyes. Como cualquier tradición que incluya la glotonería, se expandió rápidamente por Europa y, por ende, llegó a hogares de las tierras que, en algún punto de la historia, se colonizaron.
Pero ahondar en la historia es tedioso; yo quedé encantado cuando conocí el roscón de reyes español, con granos de azúcar gruesos, cerezas en almíbar, naranjas cristalizadas y almendras tostadas. La miga era suave y de corteza dura, y el dulzor, moderado.
Pero como todo el pan mexicanizado, aquí decidimos hacerlo esponjoso, dulce y suave. Eso sí, respetamos el aroma de azahar y, en lugar de poner fruta cristalizada, pusi
¡Hola queridos amantes de la pastelería!
Hoy les traigo una receta que es una verdadera obra maestra de la repostería: Pastel de Chocolate y Naranja. Esta combinación clásica, pero siempre sorprendente, entrelaza el rico y profundo sabor del chocolate con la frescura y el aroma cítrico de la naranja, creando un postre que es, sin dudas, una celebración para los sentidos.
La idea de combinar chocolate con naranja no es nueva, pero hay algo mágico en la forma en que estos dos sabores se complementan entre sí. El chocolate amargo aporta una profundidad y un gusto indulgente, mientras que la naranja añade un toque fresco y vibrante, levantando el sabor del pastel y dándole un carácter único y memorable.
Esta receta es perfecta para cualquier ocasión, desde un elegante postre de cena hasta un acogedor capricho de fin de semana. Y lo mejor de todo, es que este pastel es sorprendentemente
Necesito un poco de agua refrescante, mi boca se ha secado y con mucho aplomo me salen las lágrimas de cocodrilo. Supongo que es la edad, ya no soy una jovencita, cada vez es más difícil disimular las bolsas de los ojos, las comisuras del rostro y estas malditas canas. Para haya vamos todos nacimos para morir.
- Aunque en esta vida, fáltenme riquezas, sé qué allá en la gloria tengo mi mansión…
El aroma de la corona d rosas se mezcla con el azahar de la cocina, indiscutiblemente están horneando pan de muerto. En mis tiempos de chiquitilla no se hacía así, mi madre horneaba el papalotlaxcalí, con miel de maguey, maíz y amaranto, lo barnizaba con huevo y le ponía ajonjolí. Mi madrecita santa lo preparaba con tanta esperanza de sentir a sus muertos, así como lo hizo mi abuela y su abuela también.
- Alma tan perdida, entre las pobrezas